ADIOS A CARMELO ER MÁS GADITÁ

Tras un fin de semana sin Internet, llegó por fin a casa con la ilusión de encontrar roto tu silencio y me alegro al leer nuevo titulo, y por tanto nueva entrada de Carmelo, que para más intriga, veo que tiene infinidad de comentarios.

Me froto las manos y me dispongo a leer ávida. Rápidamente se me heló el ánimo y la sonrisa.

Parecía estar leyendo un epitafio, una dolorosa despedida con tintes si no de definitiva, si de un adiós por mucho tiempo.

Es una lástima que un proyecto que nació casi con timidez y que fue afianzándose en el tiempo hasta llegar a lo que es, acabe así, de sopetón, quedándonos huérfanos de risas, de ingenio, de enseñanza carnavalera y gaditana…

Fue un placer conocerte, leerte, aprender de ti, pero no será grato no poder leerte.

Gracias por los buenos ratos, gracias por el respeto y cariño que has puesto al hablar de “Alaejo”. Gracias por enlazar mi Blog al tuyo, gracias por tu defensa cuando hizo falta en alguno de mis comentarios. Gracias, gracias, gracias…

Espero tu regreso.

Besos.

Marisa

ESPAÑA GANÓ EL MUNDIAL DE FUTBOL 2010

Soy española, me siento orgullosa de serlo desde que nací y me ha gustado mucho ver a España unida en torno a algo y enarbolando la bandera que nos identifica como nación, porque aunque el futbol no me gusta, sí me he alegrado que el equipo de la selección española haya ganado la copa del mundial.

No siento en mi fuero interno, que yo, particularmente, haya hecho esfuerzo alguno para ganar dicha copa y por tanto no diré lo que llevo oyendo enfáticamente estos días: “hemos ganado el mundial”, porque quienes han jugado por ella, quienes verdaderamente la ganaron han sido los jugadores de la selección española de futbol.

Entiendo que ha sido algo muy importante ya no sólo a nivel deportivo, precisamente por esa unión que se veía de españoles entorno a algo –en este caso, partidos de futbol-.

Doy mi más cordial y sincera enhorabuena al equipo que se peleó en el campo por ganar y a todos los aficionados que han disfrutado y se sienten ganadores, felices y realizados, aunque lo más que han hecho ha sido divertirse delante de la tele –y eso también es bueno y bonito para quien le guste hacerlo-.

A todos y cada uno de esos aficionados, les respeto y felicito y pido idéntico respeto para mí y para los millones de personas que como yo, pensamos que ayer 12 de julio, las horas de emisión han sido excesivas, mostrando la llegada y recibimiento a los jugadores y al equipo.

Yo nunca necesité que un equipo gane o pierda para gritar “soy española”; me siento española porque nací en esta España que es de todos nosotros, no de unos millones de aficionados que con su actitud rayan el fanatismo.

¿Habrían dejado de ser españoles de haber quedado la selección subcampeona?

Por otro lado, ayer parecía no importar lo que ocurriera en el país o en el resto del mundo; porque de lo único que hablaban los espacios de noticias de nuestras cadenas habituales, era de futbol, copa, mundial, la roja y aledaños.

Tan sólo en la primera cadena ofrecieron noticias habituales –entremezcladas naturalmente, y eso no me parece mal- con la conquistada copa.

Quiero con esto aclarar para futuros comentarios a esta crítica, que estoy muy orgullosa de la unión que se respiraba estos días en mi país, del color de mi bandera, de la victoria de la selección española y hasta del nino nino nino nino de la letra del himno, pero la emisión de la celebración me ha parecido excesiva, como excesivo me parece elevar a los jugadores a la categoría de héroes por hacer bien su trabajo; y si héroes son ellos por jugar y marcar un gol (o dos), mucho más habría que laurear a esos héroes que subidos a un andamio se ganan el pan (cuando pueden) sin cobrar esas millonadas; a los médicos que salvan vidas, bomberos, policía y hasta ONG que realizan tareas verdaderamente heroicas, aunque no merezcan que millones de personas se unan para festejar sus hazañas.

Estos muchachos –rivales el resto del año con sus respectivos equipos- han demostrado que se puede cuando se quiere, unir fuerzas por un bien común, en este caso, el de España.

Ya sé que futbol es deporte y nada tiene que ver, pero nuestros políticos deberían aprender de ellos y dejarse de absurdas rivalidades partidistas y de arrimar el ascua cada uno a su sardina y unirse por el bien común de sacar a España de una crisis que ninguno de ellos parece saber solucionar; aunque me cabe la duda: si esa unión soñada llegara a realizarse, ¿saldrían a la calle tantas banderas del mismo color para darles las gracias?

Para España eso sería mucho más importante y necesario que ganar un mundial, aunque este haya sido bienvenido para ver a mi país –y otros muchos- unidos entorno a la misma causa.

Como es mi costumbre –algunas veces- he escrito una poesía alusiva que podréis leer en “El rincón de mis poesías” pinchando este enlace.

Gracias por vuestra atención y por respetar distintas opiniones a este respecto.

LA BANDERA ESPAÑOLA

Al parecer por fin ha quedado claro, que esta es la bandera de todos los españoles

HOTEL CASA VITORIO EN “EL PITO”

Lo prometido es deuda, que en este instante pago aunque sea con un poco de retraso; pero eso si, por partida doble, porque como sabéis me gusta emborronar cuartillas con historias rimadas y en el Blog “El rincón de mis poesías” he puesto una entrada para quien prefiera leerlo allí en forma de poema.

Como expliqué en este mismo Blog, los días 19 y 20 del pasado mes de junio, viajamos en excursión con el club Cicloturista de Alaejos.

La crónica completa aun no está terminada, y como no quiero que pase ni un día más sin hacer este comentario, que además pretendo que sea especial y no un simple extracto de la crónica excursionil, aquí estoy para darle las gracias a la señora dueña del Hotel “Casa Vitorio”, en “El Pito” un pueblecito asturiano precioso, al lado de Cudillero.

Desde el primer momento fuimos atendidos con cordialidad y mucho cariño por los dueños del hotel, tan bonito por fuera, que se adivinaba precioso por dentro y así fue.

El Hotel “Casa Vitorio” es una casona de indianos donde –como reza su publicidad- “uno se siente parte del pasado”, porque realmente se puede retroceder en el tiempo dentro de aquellas bien conservadas y confortables paredes.

Las habitaciones; ni una sola igual a la otra, decoradas con exquisito gusto y limpieza. Estoy segura que allí podría inspirarme para escribir una buena novela. Prometo volver y me pondré manos a la obra.

Como digo, los dueños (un matrimonio y sus hijos) se deshacían en atenciones con todos nosotros, eso sí, sin empalagar, cosa que no hubiera soportado.

Nos procuraban lo necesario más allá de su deber como propietarios. Lo hacían más como si fuéramos sus invitados y no huéspedes previo pago.

Además de dormir muy agustito, y disfrutar de todas las instalaciones, teníamos en el precio incluido el desayuno, y en ese momento, justo cuando nos disponíamos a desayunar, la dueña del hotel tuvo un detalle precioso con mi hija Cecilia, que como todos sabéis, está embarazada de Lucía.

Estábamos sentados a la impecable mesa, cuando la señora le puso a mi hija en la espalda algo… Cecilia lo tomó en sus manos y se trataba de una preciosa chaquetita de bebé tejida por ella misma.

Naturalmente Cecilia paseó por las mesas la chaquetita para que todo el mundo pudiera verla.

Prometimos y se cumplirá, ponerle cuando nazca a Lucía la chaquetita y hacerle fotos que enviaremos a esta amable mujer, para que vea lo bien que la queda su regalo a mi nieta.

Muchas gracias por sus atenciones, por su amabilidad y por esa preciosa chaquetita que aquí pongo para que la disfrutéis.

Un abrazo afectuoso de

Marisa y familia

EXCURSIÓN TORCIDA A LAS TUERCES (2)

El 7 de Junio de 2008 publiqué una crónica con este mismo título y hoy, dos años después, me han dejado un comentario al que no puedo contestar en su apartado por lo extenso de la respuesta, motivo por el cual hago esta nueva entrada y la enlazo con la anterior para que podáis (si queréis) refrescar la memoria de aquella EXCURSIÓN TORCIDA A LAS TUERCES realizada el 13 de Abril del mismo 2008.

Como ve Víctor, no sólo soy capaz de permitir esta crítica en mi Blog, lo soy también de explicarle lo que al parecer no entendió leyendo la crónica.

No he dado ningún veredicto, pero sí he sido totalmente justa y veraz en mi opinión, cosa que usted no hace en absoluto al tildarme de tacaña sin conocerme en absoluto (ni falta que le hace por otra parte), puesto que no ha dudado en decir que me dedique a otra cosa por lo mal que -según usted- escribo. Afortunadamente son más las críticas favorables que recibo que las adversas, y a todas ellas, si están hechas con respeto, les dedico idéntica y agradecida atención. Usted lo tiene más fácil, si no le gusta como escribo no me lea, aunque le ruego que lo haga después de esta crónica dedicada especialmente a usted.

Como bien dice, una de las misiones de los Blogs es informar y así lo hice, dando mi opinión sobre lo mal que se nos trató en el Restaurante Ticiano que usted defiende sin razón en este caso.

Puede que en el mentado Restaurante Ticiano la hayan tratado bien, en cuyo caso le doy mi enhorabuena, pero en el que nos ocupa no fue así y claramente lo transcribí en la crónica; aun así volveré a explicárselo particularmente para que nunca más me tache a mí ni a mis amigos de lo que ni somos ni nos comportamos.

Según usted mi comentario es desacertado y confuso. Le recomiendo que vuelva a leerlo con calma y reflexione. Si aun así, sigue teniendo duda, de quién fue grosero y tacaño, tendré que pensar que yo escribo tan mal como usted lee.

ESTA ES LA PARTE ALUDIDA DEL RELATO:

“Mientras tanto, en Villallano, mis amigos y yo, temiendo que pudiera llover, buscamos un lugar donde comer sin mojarnos. En este pueblo sólo había un bar: “Restaurante Ticiano” y como llevábamos las neveras preguntamos si podríamos comer allí: cosa habitual y permitida con agrado en algunos otros lugares con climatología tan adversa como la que estábamos viviendo en la presente.

La inquieta muchacha que atendía las mesas nos dijo que sí, que podríamos hacerlo. LE PEDIMOS LA BEBIDA Y NOS OFRECIÓ LA CARTA DE VINOS. LOS PRECIOS NO ERAN PRECISAMENTE ASEQUIBLES: IBA A COSTARNOS EL VINO TANTO COMO TODA LA COMIDA QUE LLEVÁBAMOS (incluido el choricito, salchichón y “torresnos” alaejano-caseros que no tienen precio). AUN ASÍ, NO NOS IMPORTABA PAGAR LO QUE FUERA CON TAL DE COMER TRANQUILOS EN EL ÚNICO LUGAR MEDIANAMENTE LÓGICO QUE HABÍA EN AQUEL PUEBLITO PALENTINO DE NO MÁS DE 50 HABITANTES.

Cuando comenzamos a poner sobre la mesa las viandas, la inquietud de la chica se convirtió en desagradable gesto diciendo que le parecía una falta de educación que, SIENDO “ELLA” RESTAURANTE, fuéramos a comer allí.

Mire, “persona Restaurante Ticiano”. No sé si es usted señora o señorita y por eso no me dirijo a usted en esos términos; pero sí lo hago con la ilusión de que desde mi Blog o en la propia revista del club 2009 pueda usted leer esta crónica. Espero contribuir a su buen juicio la próxima vez que se encuentre en parecida situación.

NO SE PUEDE OFENDER TACHANDO DE “MAL EDUCADOS” a quienes PEDIMOS AUTORIZACIÓN Y PENSÁBAMOS CONSUMIR BEBIDAS Y CAFÉS, sobre todo cuando ESE PERMISO NOS FUE CONCEDIDO SIN OBJECIONES POR USTED MISMA “doña Restaurante Ticiano”.

Si después de hacerlo SU JEFE LE PEGÓ LA BRONCA, no es nuestra culpa. Hubiera sido infinitamente mejor decirlo así: “LO SIENTO, PERO EL JEFE NO ME PERMITE TOMAR DECISIONES POR MI CUENTA” o “POR FAVOR, NO OCUPEN DEMASIADO TIEMPO LAS MESAS PORQUE HOY ESTAMOS COMPLETOS”. Cualquier cosa menos lo que hizo la “mujer joven Restaurante Ticiano”, a la que recomiendo que la próxima vez sea más consecuente con lo que permite y sobre todo, que NO LLAME A NADIE MAL EDUCADO si no entendió algo de la frase: “YA SABEMOS QUE USTEDES PONEN COMIDAS, PERO ¿PIDIENDO LAS BEBIDAS NOS PERMITIRÍA TOMAR LA NUESTRA AQUÍ?”.

Naturalmente nosotros, CONTRARIADOS PERO CON EXQUISITA EDUCACIÓN, dejamos libres aquellas mesas que SE NOS OFRECIERON y después SE NOS NEGARON CON SEMEJANTE DESCARO Y MALA EDUCACIÓN POR LA EMPLEADA DE “RESTAURANTE TICIANO”. LUGAR AL QUE, OBVIAMENTE, NUNCA VOLVERÉ NI LE RECOMENDARÉ A NADIE.”

¿Podría decirme Víctor, dónde interpretó nuestra tacañería al leer el relato?

Para opinar, no es necesario que intente ofender recomendándome que aprenda a escribir, yo podría decirle que aprenda a leer y no lo haré; aunque espero que ahora le haya quedado bien claro la parte que quizás no entendió de la crónica.

Esta misma respuesta se la dejo en su propio Blog (que no actualiza desde hace un año ¿Quizás alguien le recomendó que se dedicara a otra cosa?)

Gracias por su visita a mi Blog y por dejar su opinión y comentario.

Atentamente:

Marisa